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martes, 22 de noviembre de 2011

Ponga un jovenzuelo en su vida. Saldrá ganando (o no)

Leo con escasa sorpresa, que la actriz Demi Moore (¡qué ordinario poner su edad!) y su hasta ahora novio, Ashton Kutcher (jovenzuelo) han comunicado el final de su relación después de seis años. Y para que no quedara ninguna duda de ello, han dejado de ser seguidores el uno del otro en Twitter. Lo peor de lo peor y prueba inequívoca de que ya no hay vuelta atrás.

Leo también la descripción de los innumerables esfuerzos, tanto físicos como intelectuales, que ha tenido que realizar la actriz para conservar a su lado al guapo querubín de marcados abdominales y dilatada y prestigiosa carrera cinematográfica. Y al final para nada, ya que, después de todo, el muchacho ha terminado perdiéndose entre las faldas y las piernas de otras más altas, más rubias y más jóvenes que nuestra Demi, concluye con conmiseración el artículo.

Y ya no puedo leer más porque un leve tufillo a estereotipo sexista ha hecho que se me hinche la vena por donde pasa mi dignidad. Es que me pasa siempre: siempre que veo que se opina que nosotras, mujeres interesantes, tenemos que agradecer tener a nuestro lado hombres más jóvenes que se hayan fijado en nuestro escote y que debemos de esforzarnos para que la relación perdure, porque las beneficiadas somos nosotras.

No es asi, señoras y señores. Además voy a contarles tres historias reales, personales y cercanas. Opinen ustedes :

- Conocí a un chico diez años más joven que yo. Guapetón, divertido, incansable e insustancial. Cuando me refiero a esta parte de mi vida, siempre digo que fue una fase de enajenación mental y después de tres años, todo terminó con un "vuélvete con tu madre". Si algo me duele cuando termina una relación es darme cuenta que el primer día sin él es exactamente igual al último día antes de conocerle. Nada ha dejado, aunque tengo que reconocer que fue divertido.

- Una amiga mía mantiene una relación esporádica con un joven bruñido en bronce (cincelado, diría yo) que no llega a la treintena. Como ella misma dice "tendría que pagar por estar con él", y, sin embargo, es él quien va a verla en su bicicleta y mi amiga quien decide cuando se abre la puerta de casa. No hay compromiso ni espacio para las recriminaciones. Eso si, son amigos de Facebook.

- Otra amiga tiene como pareja desde hace más de seis años, a un Hombre (asi, con mayúscula). Sus años son irrelevantes y la diferencia de edad entre ellos, anecdótica, ya que lo que ellos tienen es una relación como otra cualquiera.


Ninguna de las mujeres de estas historias ha sido diferente a la que siempre es, solo porque haya una diferencia de edad con estos hombres. Dentro de su propia vida, han dado la importancia que ellas han querido a estas relaciones y quiero creer que los esfuerzos que Demi, la Duquesa de Alba o cualquier otra mujer haga en esta situación,  no se deberán al miedo a perderles por ser mayores que ellos, si no a que merecen la pena como hombres.


"Dejemos a un lado la edad y disfrutemos el ser persona."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el artículo es inequívocamente sexista ya que la noticia no es la pareja, sino UNO (una en este caso) de los miembros de la pareja. El papel de "sufriente" es una rebaja de su dignidad

LaRubiaProducciones dijo...

Quetevoyadecilquetunosepas, dear Kalamity. Más razón que una santa. Si ya me lo decía mi madre "a tí te gusta ¿no, hija?, pues ya está". Un Hombre con mayúsuculas..... ahí me has dado.